Y llegó la sincera hora
Una hora compartida,
Escuchada,
Con ganas de callar para no olvidar.
Su maestro,
Su guía,
Su amigo.
Le embriagó con gotas de último aliento.
Quizás una vida resumida en dos líneas.
Quizás.
Dos líneas para crear nuevos horizontes,
Nuevas intenciones.
Sentir la importancia de lo sencillo,
Sin mirar a otro lado.
Partir sin equipaje
Sin palabras no dichas,
Palabras bien oídas
bien acogidas.
Levantó la vista
y despidio a su viejo profesor.
Alber
Inspirado en el libro "Martes con mi viejo profesor"
No hay comentarios:
Publicar un comentario